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domingo, 30 de maio de 2021

FÁBULA DE ESOPO - EL COJO Y EL CIEGO

EL COJO Y EL CIEGO

FÁBULAS DE ESOPO
          Un cojo y un ciego llegaron a la orilla de un rio que forzosamente tenian que cruzar; pues, careciendo de puente, no les quedaba otro remedio. Ante esta dificultad inesperada, el cojo dijo a su compañero.
        -Aquí hay un vado bastante bueno, más, a decir verdad, mis piernas no me permiten cruzarlo.
      -Yo pasaría si pudiese ver, pero como me falta la vista temo resbalar y ahogarme en él. ¡Qué podemos hacer, Dios mío, qué hacer! -dijeron casi a coro.
        Al momento el cojo, reaccionando, agregó:
        -¡Tengo una magnífica idea! Verás, tus piernas serán mi sostén y mi vista, nuestra guía. Ayudándonos mutuamente pasaremos sin dificultad a la otra orilla.   
  
          En efecto, el cojo se acomodó lo mejor que pudo sobre los hombros del ciego y así ambos alcanzaron felices y seguros la otra ribera, llegando a la ciudad antes del tiempo calculado.
MORALEJAS
           Tras la conducta de cada uno depende el destino de todos.
Alejandro Magno

quinta-feira, 25 de março de 2021

FABULA - LA LIEBRE Y EL VIOLÍN

 LA LIEBRE Y EL VIOLÍN

FABULA
           Hubo una vez una liebre que vivía en un bosque y que disfrutaba enormemente con todo aquello que la rodeaba. Aquella liebre sabía disfrutar de la vida, y cosas tan sencillas como mirar los elementos de la naturaleza o al resto de animales del bosque, la colmaba de felicidad. 

          Aquella liebre encontró, en una ocasión, un viejo violín abandonado en una de tantas excursiones que realizaba para explorar cada uno de los rincones del bosque.
          No dudó entoquetear sus cuerdas como podía, en busca del atractivo de aquel instrumento, y en busca también de pasar un rato divertido más. La liebre aprendía muy rápido, y tanto gusto le cogió a tocar el violín, que día y noche procuraba distraerse con su música. Pero aquella música no era miel para todos los habitantes del bosque que, cansados de escuchar sus recitales a todas horas, comenzaban a sentirse incómodos con la actitud de su amiga la liebre.¡ Vamos liebre! Deja de tocar ya un poco ese violín, y acompáñanos a buscar provisiones para el invierno, que ya está cerca.
          – Dijo una vecina. Pero la liebre no hacía caso a nadie, tan entusiasmada como estaba con su violín, y continuó tocando aquellas viejas cuerdas sin parar. La liebre buscaba aprender a tocar bien el instrumento, porque le encantaba superarse a sí misma y aprender cosas nuevas, pero tanto se cegó con aquel violín que no supo darse cuenta de que el invierno ya estaba llegando.
           Cuando por fin llegó, la liebre se dio cuenta de que no iba a tener nada que comer porque no había recolectado nada para hacerlo, y tuvo que ir a casa de sus vecinas a pedir alimentos. 
         Afortunadamente, la liebre seguía siendo querida por todos sus vecinos del bosque y no dudaron en darle cuanto necesitaba, pero ella comprendió con aquello que no había obrado con responsabilidad y que había sido muy egoísta. 
         Entonces, para corresponder a todas aquellas buenas amistades, la liebre (que ya dominaba el violín como el mejor de los músicos de tanto que había practicado) no dudó en dedicarles preciosas canciones a todos en señal de gratitud. 
         ¡Qué rápido pasó aquel invierno y qué bien lo pasaron todos!

FIN

quinta-feira, 25 de junho de 2020

ESOPO P/CRISTINA RODRIGUEZ LOMBA - EI CIERVO, EL MANANCIAL Y EL LEÓN

El ciervo, el manantial y el león
Adaptación de la fábula de Esopo
POR: CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA
Érase una vez un joven ciervo que vivía plácidamente en lo más profundo de un frondoso bosque. La historia cuenta que una tarde de muchísimo calor, comió unos cuantos brotes tiernos que había en un arbusto y después salió a dar un paseo.
El sol achicharraba sin compasión y de pronto se sintió agobiado por la sed. Olfateó un poco el aire para localizar el manantial más cercano y se fue hasta él caminando despacito. Una vez allí, bebió agua fresca a grandes sorbos.
– ¡Qué delicia! ¡No hay nada mejor que meter el hocico en el agüita fría los días de verano!
O encontro com o cervo-do-pantanal
Cuanto terminó de refrescarse cayó en la cuenta de que el agua transpariente del manantial le devolvía su propia imagen. Por lo general solía beber en pequeños charcos no demasiado limpios, así que nunca había tenido la oportunidad de contemplar su figura con claridad.
¡La sensación de verse reflejado en ese gran espejo le encantó! Se miró detenidamente desde todos los ángulos posibles y sonrió con satisfacción. Como la mayoría de los venados, era un animal muy hermoso, de suave pelaje pardo y cuello estilizado.
– ¡La verdad es que soy bastante más guapo de lo que pensaba! ¡Y qué astas tan increíbles tengo! Sin duda es la cornamenta más bella que hay por los alrededores.
El ciervo, presumido, observó su cabeza durante buen rato; después, se inclinó un poco y posó la mirada sobre el reflejo de sus patas, debiluchas y finas como cuatro juncos sobre un arroyo. Un tanto decepcionado, suspiró:
– Con lo grande y poderosa que es mi cornamenta ¿cómo es posible que mis zancas sean tan escuálidas? Parece que se van a romper de un momento a otro de lo largas y delgadas que son ¡Ay, si pudiera cambiarlas por las gordas y robustas patas de un león!

Estaba tan fascinado mirando su cuerpo que no se dio cuenta de que un león le vigilaba escondido entre la maleza hasta que un espantoso rugido retumbó a sus espaldas. Sin echar la vista atrás, echó a correr hacia la llanura como alma que lleva el diablo.
Gracias a que dominaba a la perfección la carrera en campo abierto y a que sus patas eran largas y ágiles, consiguió sacar una gran ventaja al felino. Cuando estuvo lo suficientemente lejos, se metió de nuevo en el bosque a toda velocidad.
¡Qué gran error cometió el cérvido! La que parecía una zona segura se convirtió en una gran trampa para él ¿Sabes por qué? Pues porque sin darse cuenta pasó bajo una arboleda muy densa y su enorme cornamenta se quedó prendida en las ramas más bajas.
 
Angustiado, comenzó a moverse como un loco para poder desengancharse. Su intuición le decía que el león no andaba muy lejos y su desesperación fue yendo en aumento.
– ¡Oh, no puede ser! ¡O consigo soltarme o no tengo salvación!
No se equivocaba en absoluto: por su derecha, el león se aproximaba sin contemplaciones. Pensó que tenía una única oportunidad y tenía que aprovecharla.
– ¡Ahora o nunca!
Aspiró profundamente e hizo un movimiento fuerte y seco con la cabeza. Podía haberse roto el cuello del tirón, pero por suerte, el plan funcionó: las ramas se partieron y quedó libre.                                          
– ¡Lo conseguí! ¡Lo conseguí! ¡Ahora tengo que largarme de este bosque como sea!
Corrió de nuevo hacia la llanura, donde no había árboles, y esta vez sí se perdió en la lejanía. Cuando el león salió del bosque y apareció en el claro, el único rastro que quedaba del ciervo era el polvo blanquecino levantado durante la huida. El león gruñó y regresó junto a la manada;
Mientras, el ciervo, muy lejos de allí, se sentía muy feliz ¡Se había salvado por los pelos! Jadeando y muerto de sed, buscó otro manantial de aguas frescas y lo encontró. Cuando terminó de beber, se quedó mirando su cara y su cuerpo, pero ahora, después de lo sucedido, su pensamiento era muy diferente.
Deer Running " by Walter Colvin | Redbubble
– ¡Qué equivocado estaba! Me quejaba de mis patas larguiruchas y flacas pero gracias a ellas pude salvar el pellejo; en cambio, mi preciosa cornamenta, de la que tan orgulloso me sentía, casi me lleva a la muerte.
Entonces, con humildad, admitió algo que jamás había tenido en cuenta.
– Hoy he aprendido una gran lección: en la vida, muchas veces, valoramos las cosas menos importantes. A partir de hoy, no me dejaré engañar por las apariencias.
Os cervos aprenderam a evitar os caçadores - Meus Animais
Moraleja: A veces entregamos nuestro corazón a personas que nos deslumbran pero que a la hora de la verdad no son tan geniales y nos fallan; al contrario, sucede que a veces ignoramos a otras que pasan más desapercibidas pero que son fantásticas y merece la pena conocer.
En la vida hay que evitar caer en la trampa de valorar a las cosas o a las personas por el aspecto, ya que como has visto en este cuento, las apariencias pueden engañar.
Cervo-Nobre - Fotos e Vídeo do Veado | Animais - Cultura Mix
       FIN

domingo, 10 de novembro de 2019

ANÓNIMO - EL LEÓN Y EL ELEFANTE

EL LEÓN Y EL ELEFANTE
Fábula
El león y el elefante. | Heroísmo Agonizante 101 (Sólo para ...
Todos los animales veneraban profundamente a su rey el león. Reconocían su porte, fuerza, fiereza y valentía y no les importaba en absoluto que los gobernara desde hacía mucho tiempo.
Sin embargo, había algo que los molestaba mucho y era que el monarca tenía por amigo predilecto a un viejo y pesado elefante, hecho que no llegaban nunca a comprender.
Todos se desvivían por ser el predilecto del rey y se creían con mejores atributos que el elefante para serlo.
El rencor y la envidia llegaron a tal punto, que un día quisieron hacer una asamblea para compartir sus inconformidades y ver cómo hacer que el león escogiese otro amigo.
Una vez estuvieron reunidos, la primera en hablar fue la zorra.
Mundo Animal, Raposa. - YouTube
-   Nuestro rey es magnífico, pero habremos de coincidir que no es bueno escogiendo amigos. Si al menos hubiese escogido a alguien tan astuta como yo, el animal más listo, y con una bella y peluda cola como la mía, lo hubiese entendido y esta asamblea no tuviese lugar, dijo con toda la seguridad del mundo.
-   No entiendo como el león puede andar con un animal que carece de garras grandes y poderosas como las mías – dijo a su vez el oso, que ni había atendido a todo lo dicho por la zorra.
Por su parte, el burro tildó a los dos anteriores de tontos y exclamó:
-   Para mí está más que claro. Al rey le gusta el elefante porque tiene unas orejas grandes como las mías, solo que descubrió a aquel primero y a mí no ha tenido el gusto de conecerme.
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-   ¡Qué manera de halagarse a sí mismos estos tontos! – dijo un pato a otro. – Se ve que desconocen que lo mejor del mundo es graznar – agregó.
Y así, aptos solos para ver sus supuestas  virtudes, los animales nunca lograron ponerse de acuerdo y mucho menos determinar el porqué de la preferencia del león por el elefante. Mucho menos fueron capaces de llevarle sus inquietudes a este y de entender la importancia de valores como la modestia y el desinterés, capaces de hacer que las mejores cosas de la vida vengan por su propio peso y derecho.
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sexta-feira, 8 de novembro de 2019

ANÓNIMO - LOS DOS HALCONES DEL REY

LOS DOS HALCONES
Fábula
ANÓNIMO
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Un rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasando unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía, no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.
Image result for halconesEl rey mandó llamar curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar el ave. Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el pájaro continuaba inmóvil. Publicó por fin un bando entre sus súbditos y, a la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente en los jardines.
Traedme al autor de ese milagro, dijo. Enseguida le presentaron a un campesino.
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¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo explicó: No fue difícil, su Alteza: sólo corté la rama. El pájaro se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.
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MORALEJA: Cuando no tienes apoyo, hay que buscar una solución y ella está en ti mismo, no lograrás jamás que alguien viva tu vida y la solucione, solo tú mismo