CALILA
Y DIMNA
POR
JOSÉ MARÍA MERINO
Nacidos en la India –la mayoría en el Panchatantra‐traducidos al persa y luego al árabe, los relatos de
Calila y Dimna llegan al castellano gracias a Alfonso X El Sabio a mediados del
siglo XIII. Se
trata de la primera obra narrativa que se publica en esta lengua, y tiene
sorprendente atractivo tanto en el discurso formal como en las numerosas
ficciones, llenas de imaginación y vigor narrativo, que la componen.
Además, en ella aparecen elementos ‐pícaros, alcahuetas...‐ que más tarde
cristalizarán como verdaderos arquetipos españoles, y en ella están los
primeros cuentos ‐minicuentos‐ de la historia de la lengua española, aunque entrelazados sabia, y
hoy diríamos "metaliterariamente", en historias más extensas, cuya
complejidad enriquece el texto desde todos los puntos de vista: psicológico,
social, dramático o puramente narrativo...
La construcción material del conjunto es de una asombrosa solidez; sin
embargo, cierto respeto “sagrado” a alterar los textos primitivos de nuestra
lengua ha hecho que, con el paso de los siglos, solo algunos lectores,
especialistas en la literatura medieval, consigan entenderlo, y que las
“adaptaciones” de algunos cuentos se hayan hecho desde la perspectiva escolar,
eliminando los aspectos –deslealtades criminales, prostitución, infidelidades
conyugales, parricidios, etc...‐que se han
considerado poco adecuados para la lectura infantil.
En Inglaterra, el Calila e Dimna se tradujo en el siglo XVI, y en
Francia en el XIX, con lo que ese prejuicio “lingüístico”, aunque estuviese
arraigado, no ha impedido que hoy se pueda entender el texto. Pero nuestro
Calila e Dimna parecía destinado a ser una indescifrable antigualla para la
mayoría de lectores.
Gran admirador de la obra desde hace años, me decidí a hacer una
versión completa y que pudiese ser entendida por cualquier lector actual. Descifrar muchos de
los aspectos descriptivos y léxicos me llevó bastante tiempo y esfuerzo, pero
fue para mí muy gustoso, porque me parecía necesario llevarlo a cabo.
Una obra así no podía seguir oculta y olvidada, pues para un lector
del siglo XXI, y hablo desde mi propia experiencia, Calila y Dimna, supone una
lectura gratísima, llena de sorpresas por la diversidad y complejidad de las
conductas y de las actitudes y lo interesante de las tramas.
Más de setenta historias, entre las que componen las relaciones de los
distintos personajes y los ejemplos que se van contando, se despliegan a lo
largo del libro, la mayoría consecuencia de conversaciones entre el rey Diselem
y su filósofo y consejero Burduben, enriquecidas con esa sucesión de ejemplos
que a veces se insertan unos en otros, construyendo incluso una historia que es
el escenario principal en el que van a desarrollarse otras historias, sin que
ni la que las enmarca ni las que se suceden pierdan su lógica narrativa y
dramática, y con el diálogo entre rey y consejero dando interés al transcurrir
de los relatos. Como todo gran clásico, el libro dice cosas que siguen vivas y
vigentes, y que nos pueden seguir enseñando a entender mejor el embrollo del
mundo, aunque hayan pasado tantos siglos. Y es que la verdadera literatura está por
encima de los tiempos y hasta de las intenciones con que originariamente se
urdió, es este caso con propósitos ejemplares y hasta piadosos.
“LA
LENGUA ES VÍCTIMA DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS”, Lamenta JOSÉ MARÍA MERINO
No soy una estudiosa, siquiera una conocedora, pero pienso lo mismo y
por lo tanto hago mías sus palabras!
Adelaide
Abreu-dos-Santos
José María Merino José María Merino (A Coruña, 1941) se dio a conocer
en 1976 con Novela de Andrés Choz, que obtuvo el Premio Novelas y Cuentos. Su
novela La orilla oscura fue galardonada con el Premio de la Crítica en 1986.
Además, ha recibido el Premio Nacional de Literatura Juvenil (1993), el Premio
Miguel Delibes de Narrativa (1996), el Premio NH para libros de relatos
editados (2003), el Premio Ramón Gómez de la Serna de Narrativa (2004) y el
Premio de Narrativa Gonzalo Torrente Ballester (2006). En el campo del cuento
literario ha publicado Historias de otro lugar (2010), donde se recogen los
libros de relatos publicados hasta 2004, así como Las puertas de lo posible
(Páginas de Espuma, 2008), El libro de las horas contadas (2011) y La trama
oculta (2014). Su microficción completa se encuentra recogida en La glorieta de
los fugitivos (Páginas de Espuma, 2007), Premio Salambó de Narrativa en
castellano, y sus ensayos literarios están reunidos en el libro Ficción
continua (2004) y Ficción perpetua (2014). Páginas de Espuma ha publicado
además una antología de sus cuentos, La realidad quebradiza, en edición de Juan
Jacinto Muñoz Rengel. En 2013 recibió el Premio Nacional de Narrativa por El
río del Edén. Es miembro de la Real Academia Española. in duda.
Ante todo, porque es la primera obra narrativa que se publica en
lengua castellana, y A modo de entrevista
1. José María Merino lleva años reivindicando este texto. ¿Lo podemos
considerar el padre de la literatura española? Sin duda. Ante todo, porque es
la primera obra narrativa que se publica en lengua castellana, y tiene
verdadera calidad tanto en el discurso formal como en las numerosas ficciones,
llenas de imaginación y vigor narrativo. Además, porque en ella aparecen
elementos ‐pícaros, alcahuetas,‐que más tarde cristalizarán como verdaderos arquetipos españoles
2. También es un antecedente directo de nuestra narrativa breve. ¿no?
Eso es evidente: ahí están nuestros primeros cuentos –minicuentos– aunque sabía,
y hoy diríamos "metaliterariamente", entrelazados en historias más
extensas. La construcción material del conjunto es de una asombrosa solidez.
3. ¿Qué dificultades entraña hacer esta versión íntegra y
contemporánea del texto? Descifrar muchos de los aspectos descriptivos y
léxicos me llevó mucho tiempo y me dio bastante trabajo, pero fue para mí muy
gustoso, porque me parecía necesario llevarlo a cabo.
4. ¿Cómo explicamos que en nuestro país, a diferencia de Francia o
Inglaterra, no se hubiera realizado esta tarea? Ya digo en el prólogo que hay
cierto respeto, que debe entrar acaso en lo sagrado, a alterar los textos
primitivos, con lo que con el paso de los siglos solo algunos lectores, algunos
especialistas en la literatura medieval, consiguen entender lo que leen. En
Inglaterra el Calila y Dimna se tradujo en el siglo XVI, y en Francia en el
XIX, con lo que ese prejuicio, aunque estuviese arraigado, no impide que hoy se
pueda entender el texto. Pero nuestro Calila y Dimna es de mediados del siglo
XIII.
5. ¿Qué le dice a un lector del siglo XXI este Calila y Dimna? A mí,
desde luego, lo que me ha dado es una lectura gratísima, llena de sorpresas por
las conductas y las actitudes y lo divertido de las tramas. Como todo gran clásico,
me ha dicho cosas que siguen vivas y vigentes, y que nos siguen enseñando a
entender mejor la complejidad del mundo, aunque hayan pasado tantos siglos.